Enclavado entre paisajes dignos de un cuento de hadas, Huasca despierta la imaginación y la creencia en lo mágico. Sus calles empedradas, su cielo azul y sus bosques encantados parecen el escenario perfecto para albergar a criaturas fantásticas que, según los lugareños, son tan reales como tú y yo, aunque invisibles a simple vista.
No es raro encontrar en los hogares huasqueños dulces reservados exclusivamente para duendes y hadas. Pero no hay que temer, pues estas criaturas están más para protegernos que para asustarnos.
El sitio de esta fascinación es el Museo de los Duendes, un lugar único donde la fantasía cobra vida. Sus salas rebosan de representaciones de duendes, elfos, gnomos, trolls y hadas, acompañadas de música que te transporta a un mundo de ensueño. En el patio, el verde intenso del pasto invita a la contemplación, mientras que en las paredes se cuentan historias de encuentros con estos seres misteriosos.
Cada uno de estos personajes tiene un propósito en su labor, desde protección hasta dinero o creatividad. Por ello, las personas les dejan ofrendas como cigarros, monedas o dulces, en espera de que sus deseos se cumplan.
Resulta fascinante ver cómo estos diminutos seres reciben ofrendas de todas partes del mundo, desde Asia hasta América Latina. En este museo, impregnado de misticismo, se reflexiona sobre el cuidado de la naturaleza y la fe en lo invisible, ofreciendo una experiencia única e inolvidable.
Huasca, con su aura mágica y su encanto sin igual, invita a sumergirse en un mundo donde la fantasía y la realidad se entrelazan de manera asombrosa.
Precios
$40 MXN por persona.
Horarios
De 8:30 am a 5 pm, todos los días.
Ubicación